«You know, maybe we’re – we’re only good at brief encounters, walking around in European cities in warm climate.» Celine, Before Sunset
(«Sabes, quizás sólo somos buenos en encuentros breves, caminando por ciudades europeas en clima cálido»)
Día # 1 Lisboa
El día empezó con una pesadilla interminable de aviones y aeropuertos. Por suerte tenía un buen libro como compañía, porque de lo contrario creo que hubiese tenido un ataque de pánico. Debo recordar nunca más hacer escalas en el aeropuerto de Newark, ese lugar es como el quinto círculo del infierno de Dante. Filas interminables, agentes de migración paranoicos y amargados. NO, no me interesa quedarme en tu país y solo voy de paso a un lugar que me llama más la atención.
Finalmente llegué a Lisboa. Lo primero que amé de ella fue la fuerte inspiración Art Nouveau de sus edificios y sus aceras y calles de moisacos.
Llegué a mi primer destino, el hotel Avenida Palace Hotel Avenida Palace site Es un edificio precioso de arquitectura neoclásica, diseñado a finales del siglo 19 y reflejo de la Belle Époque.
Me hubiese gustado causar una mejor impresión y quitarme los efectos de 11 horas de vuelo y 4 de espera encima, pero mi compañero de viaje me estaba esperando en el lobby, así es que sólo me tocó poner la mejor sonrisa posible pues no iba a impresionar mucho con mis jeans, zapatillas, tshirt arrugado y ojeras.
Caminamos por las plazas y barrios cercanos al hotel y luego llegamos al mar. Esta ciudad tiene algo especial, es impresionante, hermosa, rica en cultura e historia, pero sin pretensiones. Tiene una luz y gracia natural que enamoran.
El Cafè A Brasileira es uno de los cafés más viejos y famosos de Lisboa. Su dueño original Adrián Telles puso de moda la importación y venta de café en el siglo 19, lo que era poco común en esta ciudad. El lugar se convirtió en punto de encuentro de artistas, escritores e intelectuales. Dicen que al famoso poeta Fernando Pessoa le encantaba beber absinthe o una bica mientras fumaba, leía o escribía en este lugar. Hay incluso una estatua de él fuera del café. Aunque hay versiones que dicen que él prefería el café Martinho da Arcada.
En la noche fuimos a un restaurante portugues clásico. La comida deliciosa, ambiente acogedor y una muy buena atención.
Si las aceras y calles de mosaicos son lindas por el día, por la noche con el reflejo de los faroles se convierten en un espacio que parece encantado. Aunque hay que tener mucho cuidado, porque resbalan y no sé cómo no me partí un tobillo. No me quiero imaginar lo que pasa cuando llueve.
Hacía muchísimo frío, fuimos a un rooftop por cocteles y por suerte tenían sábanas. Luego la seguimos en la habitación con Ron Abuelo…Había que llevar algo al intercambio cultural.
Día # 2
Creo que subimos y bajamos todas las escaleras, lomas grandes y pequeñas que hay en Lisboa. Es un lugar bello pero el que decidió que era práctico construir una capital en un grupo de empinadas lomas era un sádico. Le dicen la «Ciudad de las Siete Colinas» y el nombre le queda corto.
Mi compañero de viaje y yo tenemos gustos bastantes similares lo que hizo el trip muy divertido, excepto a la hora de caminar. Él ama hacerlo y yo lo odio! así es que digamos que caminar toda la ciudad por horas no fue mi parte favorita pero al menos hice algo de cardio por toda la comida deliciosa que me estaba comiendo.
Subimos a pie hasta el castillo San Jorge que queda en la punta de la loma más alta del centro histórico. Las vistas valían la pena e hicieron que se me olvidara el cansancio. Además tiene un museo de excavaciones arqueológicas muy interesante.
Como buenos geeks del cine y los libros fuimos al rooftop bar Portas Do Sol,(http://portasdosol.pt/en/) una las locaciones de The Russia House con Sean Connery.
Caminamos y caminamos más y más para llegar a un restaurante frente al mar. Por suerte las vistas eran hermosas, la comida deliciosa y la compañía perfecta. El cansancio era lo de menos.
Día #3 Lisboa/Cascais/Estoril
Nuevo día, más lomas y escaleras que subir y bajar.
Fuimos al Museo Nacional de Arte Antiguo. Tienen colecciones increíbles de muebles, joyas y obras de arte que abarcan desde la era medieval hasta el siglo 19. Lo que más me impresionó fue una pieza increíble de uno de mis pintores favoritos. Las Tentaciones de San Antonio de Hieronymus Bosch.
Mientras casi todos los otros pintores de su época pintaban motivos religiosos tradicionales como los ángeles, Jesús crucificado, la Virgen María y demás (Vimos cientos de esos en el viaje, tuvimos sobredosis de Baby Jesus) «El Bosco» pintaba escenas, también de carácter religioso pero en un estilo muy avanzado para su época, con obras que parecían una pesadilla o el sueño de un genio loco (No en vano mi adorado Dalí lo admiraba)
Un cambio de ropa después tomamos el tren a Cascais. Una ciudad costera a 30 kilómetros de Lisboa.
Fuimos a cenar al restaurante Visconde da Luz ( Site Visconde Da Luz ) por recomendación del hotel. Es un lugar clásico y vieja escuela. La comida buenísima y las porciones gigantes.
Luego fuimos a Estoril, a su hotel y casino. Los dos estábamos más que emocionados por ir a este lugar, famoso por su larga historia de espías.
El hotel Palacio http://www.palacioestorilhotel.com es precioso y tiene esa onda de viejo lujo e historia en sus paredes. Apenas entras entiendes porqué lo escogieron para grabar la película de James Bond, Al Servicio de su majestad en 1969 y como cereza del pastel también filmaron escenas de El Tiempo entre Costuras.
«Durante la 2da Guerra Mundial Estoril fue hogar de monarcas y dignatarios exiliados, además de muchas familias huyendo de la guerra.
Pero también era uno de los centros del espionaje internacional. Con el Hotel Palacio como el centro de algunos de los agentes secretos más famosos como Philip Jones, Kim Philby, Dusko Popov y Graham Greene. Ian Fleming se hospedó en el hotel en 1941 y le sirvió de inspiración para crear Casino Royale y a su agente secreto James Bond.
Por años el bar del Hotel Palacio vio a agentes secretos de ambos bandos (los aliados y los alemanes) organizar maniobras de espionaje y conspiración decisivas que ayudaron a definir el curso de la historia. Su humor era sólo ocasionalmente revelado cuando ordenaban la champaña más cara del hotel.
Si sabías quién había ordenado la champaña podías saber, antes que las agencias de noticias, qué bando había ganado una batalla.
A esto se le conocía como «champagne news service» y probablemente ocurrió donde estás sentado ahora»
…Texto del menú del bar, Hotel Palacio
Día # 4
Después de desayunar fuimos al Monasterio de los Jerónimos de Belén. En una de sus alas se encuentra el Museo Nacional de Arqueología que tiene una colección increíble de resto prehistóricos, romanos, visigodos, musulmanes y egipcios.
La torre de Belén sólo la vimos por fuera porque odiamos las filas demasiado largas, sobre todo bajo el sol sofocante que estaba haciendo. Regresamos al centro de la ciudad y decidimos pasar la tarde tranquilos, en la sombra, comiendo y tomando cocteles. Después de tanta caminadera lo merecíamos.
En la noche tomamos el avión hacia Málaga para seguir el trip por Andalucía pero como este cuento ya está demasiado largo continuaré la historia en el próximo post…
To be continued…
Have Fun with fashion
XOXO
Greta
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