El segundo día arrancó igual con mi vaso de agua mañanero. Cometí el error de lavarme los dientes justo antes de tomarme el shot de wheatgrass. BIG MISTAKE esa hierba sumada a sabor mentolado sabe muy mal.
El resto del día bastante normal en la tienda, cero hambre, haciendo mis actividades del día a día en la oficina.
Es importante que mantengamos nuestra rutina durante el detox pero sin exagerar. Si usualmente no haces ejercicios, estos tres días no son el momento de empezar a hacer una rutina intensa de cross fit. Recuerda que tu cuerpo se está limpiando y aunque recomiendan caminar y hacer ejercicio leve, si así lo deseas, no hay que irse a los extremos. Tampoco es que vas a bajar o a tonificar todo lo que quieres en tres días. No hay curas milagrosas y una vez más, EL Detox NO es para rebajar.
Para que no nos dé la pálida y caigamos desmayados por cualquier esquina, mejor aprovechar estos días para relajarnos y bajar las revoluciones un poco, que buena falta que nos hace, sobre todo antes de la locura de fin de año.
Llegó la hora del mediodía y aunque el Detox Juice igual me supo a chancleta esta vez creo que me lo bajé más rápido y con menos asco.
Aproveché la noche para limpiar mi cajón de maquillaje, hacerme un body scrub y ver fotos viejas. Lo importante es distraerse y sentir que te estás regalando esos días full para ti.
Más tarde ya tipo 11, 12 de la noche si me entró un poco más de hambre y así, como cuando después de un breakup, creemos que la televisión está conspirando contra nosotros, mostrándonos cosas que nos recuerdan al ex, pues así mismo yo creo que ayer mi TV estaba conspirando contra mi, mostrándome comida deliciosa en todas partes. Hasta en una película de acción tipo Tarantino estaban cenando!!!
Juro que en un momento de la medianoche olí que alguien estaba cocinando algo que olía riquísimo, aunque mi novio dice que él no olía nada (Aún sigo pensando que mi vecina gritona estaba haciendo algo apetitoso a esa hora)
Al final logré cumplir el segundo día bastante bien. Más que hambre lo que tenía era antojo, ganas de comer comida rica. Muchas veces nos pasa esto, que comemos y comemos sin tener hambre y lo hacemos más por ansiedad o por buscar algo que nos entretenga y nos relaje. Son precisamente estos hábitos de comer para llenar otros vacíos lo que nos lleva a comer basura que no alimenta o a comer en excesos.
Pero bueno, con un poquito de autocontrol se puede lograr sin problema el segundo día.
Al escribir esto ya estoy terminando mi tercer y último día del detox. Espero que esta noche nadie invente cena de medianoche en mi edificio y que la bendita televisión me ponga una maratón de películas full gore tipo SAW y Hostal para ni pensar en comida.
Mañana el 3er y último post de esta experiencia.
GB