Tengo que empezar por decir que para nada soy una experta en fitness ni en alimentación sana. Nunca fui mucho de ir al gym y antes comía lo que fuera, desde McDonalds hasta barras y más barras de chocolate (Hola soy Greta y soy adicta a los chocolates….) Pero desde que estaba llegando a los 30 empecé a preocuparme más por cuidar mi cuerpo. Quizás porque a esa edad nos empieza a algunas el estrés de querer mantener todas las partes en su lugar y firmes. y es que quién no se espantó la primera vez que saludó con un sweater sin mangas y vio un pellejo, sí un pellejo, en el brazo que antes no estaba ahí y ahora se burlaba de nosotras, moviéndose sin control.
Esa fue una de las razones por las que tomé la decisión de empezar a comer sano y hacer ejercicios, pero no ha sido nada fácil. Porque a diferencia de mucha gente que encuentra amor en eso de sacarse la madre yo ODIO hacer ejercicios. Admito que soy perezosa y lo que me pide el cuerpo cuando llego del trabajo un día cualquiera es, o salir a la calle, o quedarme leyendo o viendo tele tirada en mi cama, que juro que tiene poderes sobrenaturales sobre mi
He probado varios tipos de ejercicios, en algunos estuve varios meses en otros fui un cometa que después de la primera semana de clases no me vieron más nunca. Después de unos 3 ó 4 años en este relajo he formado una serie de tips o reglas para perezosas como yo que me funcionan, al menos para empujarme un poco.
1. Descubre el mejor horario para tu mood.
Esto para mi fue uno de los mayores problemas. Mucha gente madruga para entrenar porque es cuando tienen tiempo o porque los llena de energía y aunque sí es cierto que si entrenas en la mañana sigues quemando todo el día la realidad es que no todos somo iguales. Yo no soy mañanera y entrenar en mediodía o antes de ir a la oficina me estresa porque siento que no puedo desconectarme bien. Descubrí que mi hora favorita para entrenar es en la noche cuando ya he salido de todo. Prueba diferentes horarios y descubre cuál es el mejor para ti.
2. Estrenar un nuevo outfit te puede dar ese boost que necesitas.
Puede sonar sencillo pero planear un look bonito de gym o estrenar mis pants nuevos me dan ese mini empujón para despegarme de la cama. Olvídate de la ropa vieja y desgastada o los sweaters anchos que te tiraron en carnavales. Verte fachosa y desaliñada NUNCA motiva y no puedes ver tu progreso en ropa ancha. Además uno nunca sabe a quién se puede encontrar en el gym y por lo menos hay que estar presentables.
Como un punto aparte y pequeño comercial de labor social…Por favor olvídate del maquillaje a la hora de entrenar. Big NO NO.
3. Adelántate a tus excusas
Como perezosa que soy tengo que adelantarme a las cosas que sé que mi yo futuro podría decir. Hoy no voy porque se me hizo tarde, mañana no hago pesas porque aún no he comprado los guantes. Bla, bla, bla. Adelántate a esto.
Yo por ejemplo me lleno de pereza de entrenar los viernes y tengo la tentación de irme a casa, por eso mis viernes en la tienda son ultra casual friday y vengo vestida con ropa de ejercicios desde la mañana, así no hay ni pérdida de tiempo ni excusas por tener que cambiarme.
Todos tenemos situaciones diferentes. Busca qué es lo que usas como una muleta para no entrenar y dale un giro a la situación, pero organízate con tiempo.
4. Descubre la forma de entrenamiento adecuada para ti.
Con esto no me refiero sólo a tus metas físicas, claro que es importante saber qué debes hacer para quemar grasa, qué hacer para tonificar, etc. Pero también es importante saber con qué tipo de entrenamiento haces química. Es lo mismo que como cuando buscas pareja, hay que probar varios hasta encontrar el adecuado. Por ejemplo yo he aprendido que me gustan los pilates, no me gusta crossfit, me gustan las pesas, no me gusta el cardio. Por más buena que sea la técnica, la clase o el entrenador, si el tipo de entrenamiento no hace click contigo, al mes vas a estar buscando una ruta de escape. Y si por ejemplo no te gusta el cardio pero lo necesitas para bajar de peso investiga cuál es la manera más divertida y llevadera de hacerlo.
5. Motivación Visual
Mi feed de instagram es una mezcla de cuentas de moda, amigos y fotos de mujeres espectaculares con cuadritos y colas de acero. El constante visual de esos cuerpazos me hacen mantenerme .
6. Tener una persona que juegue con tu sentimiento de culpa
En mi caso es mi entrenador que me manda mensajes de whatsapp para confirmar si voy o no al gimnasio. Ya esto me hace sentir culpable de faltarle a una clase y me compromete a ir aunque tenga 0 ganas. También puede ser una amiga con la que te pongas de acuerdo para ir y se obliguen a cumplir una a la otra.
Y tú tienes algún tip que te obligue a quedarte en el gimnasio? Compártelo con nosotros por aquí y recuerda seguirnos en nuestra cuenta de Instagram @garbobygreta