«If there’s any kind of magic in this world… it must be in the attempt of understanding someone, sharing something. I know it’s almost impossible to succeed… but who cares, really? The answer must be in the attempt.» Celine, Before Sunrise
«Si hay algo de magia en este mundo…debe ser en el intento de entender a alguien, de compartir algo. Sé que es algo casi imposible de lograr…pero a quien le importa en realidad? La respuesta debe estar en el intento.» Celine, Before Sunrise
Después de unos días maravillosos en Portugal ( La primera parte de este cuento en mi post anterior Vacaciones Parte 1: Portugal ) Era hora de irnos al sur de España.
Luego de un par de contratiempos en el aeropuerto, llegamos a Málaga directo al hotel Mariposa ( Hotel Mariposa Site ) y caímos rendidos, pues al día siguiente había que pararse muy temprano para tomar el bus que nos llevaría a La Alhambra.
Día # 5 Granada
A pesar de haber puesto alarmas, nos quedamos dormidos. Aparentemente los Gremlins de los celulares decidieron poner un cambio de hora automática y nos paramos una hora tarde. Logramos conseguir un taxi que nos llevara a Granada y aunque nos salió mucho más caro de lo planeado, el conductor fue súper amable y eficiente, además de bello, no hay que olvidar que estábamos en España y que el porcentaje de hombres guapos ahí no es normal.
Llegamos a Granada, la ciudad que vio nacer a García Lorca para luego convertirse en una de sus musa, pues ha inspirado por siglos a escritores y artistas con su imponente belleza. Fuimos directo a La Alhambra ya que teníamos boletos para visitar el palacio a una hora específica y pasamos todo el día ahí. Es un gigante complejo de palacio, fortaleza y jardines.
Caminarla, subir sus torres, ver sus hermosas fuentes y jardines, entrar a cada una de las habitaciones del impresionante palacio donde las paredes, techos y pisos están completamente cubiertos de elaboradas decoraciones en piedra, madera y mosaico, nos hizo soñar y atrever a imaginarnos lo que fue la España mora, el Al-Andalus, en una época de progreso y avances en las ciencias, arte y tecnología.
Además, dentro del complejo está el Museo de la Alhambra dedicado al arte hispano musulmán, el Museo de Bellas Artes que abarca las obras pictóricas y escultóricas granadinas desde el siglo XV (Muchos Baby Jesus) hasta el siglo XX y el Museo Ángel Barrios dedicado al guitarrista granadino Ángel Barrios. De más está decir que estábamos más emocionados que dos niños en Navidad con open chocolate y tour por la fábrica de Santa.
«¡Cuántas leyendas y tradiciones, reales y fabulosas; cuántos cantares y romances, árabes y españoles, de amor y de guerra y de caballería, están asociados a este monumento oriental!» Washington Irving
Día #6 Málaga/Córdoba
Málaga Es una ciudad de playa, muy bonita y nuestro hotel tenía una ubicación súper céntrica. Caminamos por el malecón y luego desayunamos en el hotel Miramar ( Hotel Miramar site ) Tienen un brunch enorme y súper rico.
Fuimos al museo Picasso. Tienen una selección muy completa de este artista, su progresión y todas las ramas en las que experimentó y creó. Este año para mi ha sido de descubrimiento y apreciación de Pablo Picasso. Tengo que admitir que, aunque entendía su fama, nunca me llamó tanto la atención pero ahora he aprendido a admirar su versatilidad, su capacidad de reinventarse y la genial forma en que veía el mundo, diferente a todos los demás.
Además amé la selección que tienen de Bacon, sobre todo su Segunda versión de tríptico de 1944. Siempre me ha gustado su obra cruda, expresiva, de colores fuertes y un poco grotesca. Creo que en este punto del viaje mi amigo se empezó a preocupar por mis gustos «inusuales» por los temas oscuros y de terror.
También conocí el trabajo de Lucian Freud, el nieto de Sigmund Freud y la verdad me gustó aunque tiene un estilo atormentado. Sus obras en exhibición, en su mayoría retratos, eran perturbadoras pero en el estilo que te atrapan y aunque quieras no puedes mirar para otro lado.
Salimos del museo y como era día de Feria habían mujeres vestidas en ropa típica andaluza por todos lados, desde niñitas hasta señoras de 90 años, todas lucían hermosas con sus vestidos y faldas de vuelos en vivos colores, con abanicos, mantillas y peinetas.
Después de pasear un rato tomamos el tren hacia Córdoba.
En todo este viaje mi despiste había estado bastante controlado, hasta que olvidé mi mochila en el tren claro. Por suerte la oficina de la compañía de tren fue muy eficiente, la localizaron y me dijeron que podía ir por ella al día siguiente. Cuando uno está de viaje siempre van a haber contratiempos y momentos incómodos, lo mejor es hacer lo posible para resolver, no darle demasiada vuelta al asunto y seguir disfrutando.
Nos quedamos en el hotel Hospes Palacio del Bailío. ( Site Hotel Hospes Palacio Bailío ) en el centro antiguo de la ciudad. Amé este hotel, su cuarto, sus patios con árboles frutales y su spa.
Córdoba fue una ciudad romana, luego fue la capital del Emirato Islámico y del Califato antes de la reconquista española. En ella vivían en armonía judíos musulmanes y cristianos. Fue la cuna de filósofos, poetas, hombres de ciencia y sabios. Todas estas influencias aún se mezclan en sus angostas calles, en su arquitectura, sus dorados atardeceres y su gente, dándole al lugar un carisma muy especial.
Paseamos por la ciudad y entramos al museo de la inquisición. Tenían una gran variedad de máquinas y herramientas de tortura, todas con su explicación de uso. Habían muchas que no conocía. Yo estaba encantada pero creo que esa noche mi compañero durmió con un ojo abierto.
Seguimos paseando y caminando hasta entrada la noche y luego tuvimos la suerte de encontrarnos una verbena en una de las plazas, con buena música flamenca y cerveza muy barata.
Día # 7
Fuimos a la Mezquita / Catedral de Córdoba y es, sin exagerar, uno de los lugares más increíbles que he visto en mi vida.
La mezquita de 23, 400 metros cuadrados fue construida reutilizando los materiales de una basílica hispanorromana. Luego de la reconquista se consagró la construcción como catedral y se construyó en el centro de ella una basílica renacentista.
Describir lo extraña, gigante e impresionante de esta edificación y lo que uno siente estando ahí es casi imposible. Es un sitio irreal.
Sé que por ser un templo consagrado no se permite ningún rezo o rito colectivo no católico pero creo que este sería el lugar perfecto para permitir que ambas religiones, católica e islámica pudieran rezarle a Dios, sería algo hermoso…soñar no cuesta nada.
Después de comer, mi amigo tenía algo de trabajo pendiente y yo decidí aprovechar el spa del hotel y un rato de Me time.
Luego regresamos a la estación (recuperé mi mochila) y tomamos el tren a Sevilla.
En esta parte del viaje la verdad los dos estábamos un poco agotados, por suerte teníamos una especie de acuerdo tácito de respetar el espacio ajeno y disfrutar de los momentos de silencio.
Llegamos en la noche a mi amada Sevilla, una de mis ciudades favoritas de todo el mundo y desde que ví La Giralda, hermosa y dorada, rasgando el cielo, se esfumó todo el cansancio.
Con toda la felicidad que tenía al estar de vuelta en ese lugar, jamás me imaginé la sorpresa que me tenían preparada. Quedé muda de emoción cuando vi donde nos quedaríamos. El EME ( Site EME hotel ) es un hotel boutique precioso con bares, champaña de bienvenida, jazz del bueno en sus restaurantes y lo mejor, justo en frente de la catedral.
Nos cambiamos y por supuesto fuimos directo al rooftop del hotel por una noche más de Gins & Whiskys con la mejor conversación. A la medianoche tocaron las campanas y fue de esos momentos y de esas noches que sabes que vas a recordar siempre.
Día #8
Nos quedamos despiertos hasta entrada la madrugada y cuando llevábamos sólo un par de horas dormidos las campanas de la Giralda empezaron a repicar y lo hicieron por horas (No sabíamos que era el día de La Asunción de La Virgen, con procesión y todo el asunto. Se toman muy en serio las fiestas religiosas aquí) Cuando la desesperación por el ruido pudo más que la pereza nos arreglamos para salir.
Fuimos a la Plaza de España y pasamos por la antigua Fábrica de Tabacos, donde trabajaba Carmen, mi gitana ficticia favorita.
Desde el inicio de nuestro viaje nos burlábamos de la gente que decía que era una locura ir a Europa en verano y que iba a hacer mucho calor porque en todas las otras ciudades el clima había estado perfecto y en Lisboa hasta frío, pero el calor de Sevilla no es cosa de relajo por lo que decidimos que era momento de ir por un trago y sombra.
Fuimos al Hotel Alfonso XIII ( Alfonso XIII Site ) El hotel comisionado por el Rey de España para hospedar a los dignatarios internacionales en la Exhibición de 1929. El lugar es una maravilla de decoración mora y andaluza. Tiene hasta un mini pasillo museo con obras de arte de Dalí, Goya, antigúedades, fotografías y más. Además su bar El Americano con fotos de la Época de Oro de Hollywood y una decoración que parecía el set de una peli de los años 40 era el lugar perfecto para nosotros.
En la tarde teníamos reservación para un show Flamenco en el Museo del baile Flamenco ( http://www.museoflamenco.com ) El lugar es un patio interno adecuado con tarima y un bar a un costado. No es muy grande por lo que el espectáculo se aprecia a la perfección y además no permiten que nadie tome fotos ni video por lo que pudimos disfrutar de una experiencia íntima y única, sin molestas pantallas de celular estorbando. Los bailaores, cantaores y la guitarra fueron geniales. Me la pasé con piel de gallina y la boca abierta casi todo el show.
Después del show y con toda la emoción que cargábamos fuimos a tapear y de bar hopping. En Andalucía los bartenders son demasiado generosos con las cantidades y todos los tragos te los sirven como si fueran dobles. Llegamos al hotel y la seguimos con la botella de Ron Abuelo que nos acompañaba a todos lados y la mejor vista de la ciudad.
Día # 9
Pasamos casi toda la mañana en El Alcázar. Nos habían dicho que después de ver La Alhambra esto no sería tan impresionante pero para mi vale la pena ver ambas pues cada una en su estilo es increíble. Caminamos por sus inmensos y preciosos jardines, (nos costó encontrar la salida del laberinto) nos maravillamos de sus techos y paredes en cada cuarto que entramos y como si fuera poco, tuve otro momento Fan Girl porque en este lugar grabaron Game of Thrones y lo convirtieron en los jardines de Dorne.
Luego fuimos a almorzar. No he hablado mucho de la comida pero debo decir que las tapas en Sevilla son mis favoritas, son deliciosas y podría comer sólo eso sin aburrirme. En la Calle Mateos Gago en el Barrio de Santa Cruz hay un restaurante de tapas para cada día del mes y cada uno mejor que el anterior.
Después tomamos un tour en La Plaza de Toros de la Maestranza, su pequeño museo y luego entramos a la arena.
Aunque creo que es momento de dejar esta práctica en el pasado, los toros son parte innegable de la historia de Andalucía y me gustó mucho aprender un poco más sobre esto.
En nuestra última noche decidimos arreglarnos e irnos a cenar a un lugar especial. A los dos nos encanta cualquier excusa para vestirnos bien. En el hotel no fueron los más eficientes para hacernos una reserva por lo que fuimos nosotros mismos y reservamos al otro lado del Guadalquivir, en Triana, el antiguo barrio gitano. Fuimos a cenar a Abades Triana ( http://www.abadestriana.com ) Por suerte tuvimos un contacto que nos dio esta excelente recomendación porque el restaurante está justo al frente del río, con la mejor vista de La Torre del Oro y la Giralda a lo lejos. La comida y atención maravillosas. El jamón que te cortan ahí mismo al lado de la mesa es de los más ricos que he probado.
Por más que traté de resumir, esta parte del cuento también me quedó muy larga y eso que dejé detalles por fuera. Es muy difícil resumir en pocas palabras un viaje tan especial.
Lisboa y el sur de España son lugares mágicos, lugares que te enamoran y se quedan contigo, más cuando los recorres con alguien que tiene tus mismos gustos y con quien puedes aprender y descubrir cosas nuevas a cada minuto.
Have Fun with Fashion…and with life
XOXO
Greta