Hay días en los que te despiertas con ganas de arreglarte, producirte y sentirte como una supermodelo (al menos en tu mente), otros deseas llegar a la oficina en pijama y hay de esos días raros en los que te levantas con mood de las dos cosas. Ayer me desperté en esa onda y el resultado fue un outfit bi curious, que no sabía si era Tomboy o Girlie.
Lo pude llevar fácilmente de mi lugar de trabajo (Gracias a Dios no tengo Dress Code) a la noche, cuando fui a conocer un restaurante japonés que abrieron a la vuelta de la esquina de la calle donde vivo (Admito que cambié los pumps por Converse rojas, porque caminar en las calles de nuestro país en tacones de aguja es sentirse como una jirafa bebé tratando con todas sus fuerzas de no partirse un tobillo entre grieta y grieta)
Disfruté una comida deliciosa, probé cervezas japonesas algunas me gustaron, otras no, adelanté en mi lectura (Necesito saber qué pasa con el asesino y las tres pelirrojas, Katzenbach siempre hace que me quiera comer sus libros en un día) y luego de regreso a casa tuve un curioso encuentro y una amena conversación. Como diría Alicia «Curiouser and Curiouser»… Nada mal para un miércoles.
Vive La Moda
XX
Greta