Desde que tengo memoria soy una fanática del cine. Uno de mis pequeños placeres favoritos es acurrucarme en mi silla mientras se apagan las luces de una sala de proyección y perderme en otras historias y en otros mundos.
Me gustan todos los géneros y me encanta ver todo tipo de películas. Además adoro los festivales, porque son una oportunidad para ver otro tipo de cine.
Por eso, hace tres años, cuando vi en Facebook que iban a hacer un pequeño festival de terror en Panamá me lancé de una al lugar donde lo estaban presentando sin saber muy bien qué me iba a encontrar. En algunas de las primeras proyecciones literalmente éramos los dos organizadores, uno o dos de sus amigos y yo pero me encantó desde el primer día. Su selección de pelis de horror campy y de bajo presupuesto o de un gore absurdo, mezclada con otras de un tono más serio y de corte sobrenatural o thriller psicológico eran la mezcla perfecta de un cine irreverente y diferente que jamás iba a encontrar en las salas comerciales.
Hoy, en su tercera edición aún no puedo con la emoción de verlo crecer poco a poco y disfrutar de momentos como el pasado miércoles cuando, a pesar de la lluvia torrencial, tuvieron una sala completamente llena de gente dispuesta a ver los cortos de directores panameños. Y es que creo que este año ha sido el más completo de todos.
Esta vez su tema central son las brujas (Mi feminista interior ama esto)
El primer día arrancaron con una doble tanda de películas, un micro Mercadito del Horror con tshirts, revistas y curiosidades del género y cerraron la noche con Maleficia, una obra de teatro de Producción Talingo protagonizada por Alejandra Araúz y Noelia Rothery, sobre una bruja de los tiempos de Salem y su aprendiz, en una noche en la que ambas tienen intenciones ocultas.
En el lobby tienen una exhibición de arte, fotografías y micro cuentos así es que tiene de todo un poco.
El segundo día arrancaron con su receta usual, un bloque de cortos seguido por un largometraje. Mi corto favorito de la noche fue BEC, súper creepy, con una música y una cinematografía muy buenas.
El largometraje era una película mexicana llamada Deseo, Deseo, de la fórmula esa de un grupo de adolescentes o adultos jóvenes que van muriendo uno a uno por culpa de algún prop, amuleto u objeto embrujado. En este caso era un juego de mesa. Una de esas pelis que son full guilty pleasure que no son para nada buenas pero que uno se disfruta.
El tercer día tenía cortos muy peculiares y gore. Mi favorito fue uno francés de unos vampiros llamado The Warehouse. Había uno brasileño de una abuelita en un apocalipsis zombie que tenía un final realmente inesperado y twisted. No lo podré olvidar fácilmente.
El largometraje era una peli española súper gore llamada FRAME sobre unos asesinos que torturaban y mataban a sus víctimas mientras hacían un live stream que compartían con el mundo. Una clara crítica social a la «pseudo realidad» de redes sociales que vivimos hoy en día, pero nuevamente la misma fórmula de un grupo de adolescentes que muere uno a uno. Aunque los personajes no tenían mucha caracterización, el asesino principal estaba bastante bien logrado.
Pero lo mejor de la noche fue la intervención de los chicos de Penumbra. Un trío de muchachos de Penonomé que crean máscaras, props y disfraces terroríficos para sus sesiones de fotos. Son completamente autodidactas y crean sus piezas con elementos sencillos como papel maché y goma.
En el medio de la función de cortos y sin previo aviso, uno de sus personajes «El Espantapájaros» se metió en la sala y se paró como dispuesto a atacarnos mientras nos señalaba con sus largos dedos de paja. Honestamente me puse un poco nerviosa porque mis sustos me gustan en pantalla, no en vivo. Cuando salimos y conocimos más de su trabajo y en la seguridad de la luz hasta terminé tomándome fotos con el amigo espantapájaros. Son unos chicos súper talentosos.
El cuarto día era el de los cortos de terror nacionales. Como les conté, la lluvia estaba fuera de control y aunque creaba el escenario perfecto para la ocasión hacía que llegar a la Fundación Omar Torrijos fuera una tarea casi imposible. Con todo y el tranque, las inundaciones y los retrasos ese día fue un éxito con la sala completamente llena y la gente sentada hasta en los pasillos.
Mis cortos favoritos fueron La Paga de Mariana Guillén Araujo que trataba de un viaje de uber que salió muy mal y Exit de Haslam Ortega, un extraño loop en el que los roles víctima y asesino no son tan claros como parecen al principio.
La noche cerró con un «Slash Up Comedy» de Alejandra Araúz, Roberto Thomas, Carolina Duque y Simón Tejeira. Hacer reír al público durante un Stand Up es bastante difícil pero creo que los 4 tuvieron sus momentos graciosos y en general me lo disfruté mucho.
Al momento de escribir este post aún quedan dos noches del festival. Hoy hay un conversatorio sobre la figura de las brujas y luego Herederos de la Bestia, un documental sobre el film de Alex de La Iglesia, El Día de la Bestia.
Mañana es el cierre del festival con otro conversatorio sobre cómo hacer cine de terror en Panamá, seguido por un largometraje y finalmente la fiesta de clausura con un concurso de videominutos, premiaciones, música en vivo y la presentación de una cerveza artesanal hecha especialmente para la ocasión y llamada apropiadamente Malleus Maleficarum.
Si tienen chance y son fanáticos del terror o tienen curiosidad sobre este género los invito a que se den su vuelta por este festival diferente y muy divertido. Allá nos vemos.
Have fun with Fashion…And movies.
ACTUALIZADO***
Tenía que incluir las fotos del último día del Festival porque me enamoré de un Gremlin y un Elvis Zombie en una misma noche.
En el el after party escuchamos a Dead Elvis and & His One Man Grave. El cierre perfecto. Creo que este fue el festival que más me he gozado y no puedo esperar para ver lo que nos traerán el otro año.
XOXO
Greta
Geeky T-Shirts por siempre! Gracias por compartir esta aventura !!!
Yeeeeiiii Gracias a ti por leer el post! Besos